
Iba caminando por un camino polvoriento entre los árboles del bosque y de repente, como salido de la nada, un viejo mendigo todo envuelto en harapos salió a mi encuentro. Con la rapidez de los de mi raza cargué una flecha y apunté a su garganta, pero el viejo solo se rió, y dijo que no me deseaba ningún mal. Me miró apenas con su ojo derecho asomando por debajo de su capucha hecha de retazos, mientras que del lado izquierdo de su cara una cuenca vacía era mas oscura que el destino. Calculándome, me preguntó que tanto deseaba el poder y cuanto estaba dispuesto a perder para conseguirlo. Luego sacó de entre sus ropas desgastadas el arco mas brillante y perfecto que ningún elfo, humano o enano jamás podría construir, siquiera imaginar. Y me dijo: "es tuyo, pero has de saber que el poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente"Sin dudar de sus intenciones lo tomé, sintiendo que la magia que lo imbuía me atravesaba, quemándome por dentro con el fuego sagrado de los dioses, y haciéndome perder la conciencia al mismo tiempo.Después de este encuentro, subí con mi nueva arma a lo alto de las montañas, para saber si los dioses me eran favorables como portador del Arco Divino (así lo llamé).
Luego recordé que antes de desmayarme logré preguntarle al hombre con un susurro: "¿por qué me das esta arma? ¿cómo te llamas?""Yo, como todos, soy solo una pieza más en el ajedrez del mundo, y solo hago lo que debo hacer. Tengo miles de nombres, me dijo, que cambian con el paso de las eras. Pero podés llamarme... Selk."
De repente, los cielos se nublaron, y el firmamento retumbó feroz, hablando el antiguo idioma de los titanes. El Arco Divino brilló aún más que antes en armonía con la furia de la naturaleza, que se debatía en una intensa tormenta...Y yo entendía perfectamente el lenguaje de la lluvia y el rayo, porque ese fuego también habitaba en mi arma, y había despertado, a su vez, ardiente y violento, dentro mío.Bajé de la montaña, mi semblante tranquilo como el lago de los ancestros, con el poder quemando mis entrañas como un volcán a punto de estallar.
Luego recordé que antes de desmayarme logré preguntarle al hombre con un susurro: "¿por qué me das esta arma? ¿cómo te llamas?""Yo, como todos, soy solo una pieza más en el ajedrez del mundo, y solo hago lo que debo hacer. Tengo miles de nombres, me dijo, que cambian con el paso de las eras. Pero podés llamarme... Selk."
De repente, los cielos se nublaron, y el firmamento retumbó feroz, hablando el antiguo idioma de los titanes. El Arco Divino brilló aún más que antes en armonía con la furia de la naturaleza, que se debatía en una intensa tormenta...Y yo entendía perfectamente el lenguaje de la lluvia y el rayo, porque ese fuego también habitaba en mi arma, y había despertado, a su vez, ardiente y violento, dentro mío.Bajé de la montaña, mi semblante tranquilo como el lago de los ancestros, con el poder quemando mis entrañas como un volcán a punto de estallar.
Pero podés llamarme... Selk
ResponderEliminarTrucho, Trucho!!! Zelk y Zelkin soy yo!!!
Sos como Tinelli, que cambia algo a los titulos de las cosas y lo deja asi como si nada!!!
Voy a denunciarte!!! XD jajaja...
Tas contento con el maldito arco eh??? jajaja...
Selk es el apodo. el nombre completo es Selknam
ResponderEliminarY es el nombre de los indios de un lugar cerca de tierra del fuego, del lado chileno.
y si estoy contento con el arco? lo tienen 4 personas o menos de las 2000 que juegan al regnum. y es el mejor arco del juego =)
Siempre me gusta escuchar (leer) historias de giles que consigen poderes divinos. Pero como esto esta basado en un hecho ficticio-real siento la necesidad de advertirte.
ResponderEliminar"Mira que yo conocí a un hobit cabezón que ligó un anillo exageradamente poderoso y termino como una de las criaturas más patéticas, déviles y peladas de las que se han contado historias"
Voo fijaate, maanejaalo.
el poder no puede corromperme, porque yo soy la corrupción misma. por la propia oscuridad de mi escencia puedo llegar hasta el fondo del abismo y volver a la superficie sin perderme...
ResponderEliminaruy perdón, estos ataques épicos se me están haciendo carne, me cuesta sacármelos de encima.