viernes, 31 de diciembre de 2010

Refugio

Ellos estaban lejos, fuera de alcance. El mundo era muy extenso, y ni siquiera se los podía escuchar roncar, dormidos como estaban de toda conciencia. De manera que yo estaba solo. Y estaba despierto.

Mi espacio no era tan amplio, y esa era una de sus mayores ventajas: me hacía sentir contenido y protegido (solo Dios sabe cuanta necesidad tenía yo de sentirme así). Las luces, bajas, completaban la perfecta ambientación, amparándome en la semi-oscuridad.

En ese pequeño universo personal me desarrollaba yo, dormía si quería, o simplemente me recostaba suavemente, disfrutando de la inmensa comodidad y privacidad. No existían allí ni la vergüenza ni las humillaciones. Todo era libertad, los sentidos en reposo, el tacto rey y la noche, eterna, mi cómplice y manta.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Simple

El poder entender la belleza de lo simple es como ir hasta el cielo para poder ver y apreciar el color de la tierra. No es nunca una cuestión superficial, todo lo contrario.

Es una filosofía de vida particularmente atrayente, que se caracteriza por el apreciar las cosas livianas, sutiles y libres.

Poder compartir una tarde de verano a la sombra o descansando en el pasto junto a un espíritu similar al propio es de vital importancia en este sentido...

Estas ideas poseen una poesía y una belleza infinitas, son como rayos de sol que iluminan la realidad oscura y gris que todos vivimos. Son momentos de paz en un caos avasallador. Son esperanzas, y esperanza es tal vez la mas bella, simple y sutil de las ideas.

sábado, 18 de diciembre de 2010

La manos

Antes que nada, esto no es nuevo. Lo escribí hace como 1 año, quedó guardado en los borradores y hoy lo descubrí por casualidad. Ya no me representa y por ende no me hago cargo. Me hace sentir un poco vulnerable por alguna razón, pero ya fueee! :


Las manos. Las manos estaban llenas de amor. Las manos corrían veloces acariciando y reconfortando, brindando un cálido refugio contra la lluvia, contra el dolor y la vida. Eran tiernas, suaves, maternales y estaban llenas de amor. Verdaderamente, las manos daban placer. Volvían una y otra vez frotando, estimulando, descubriendo secretos que nunca habían sido revelados y llegando a los lugares ocultos, prohibidos, eternos del goce. Apuntaban directamente hacia el cielo, eran la envidia de los fríos dioses que reinan solitarios, condenados a una eternidad de castidad. Las manos brillaban, friccionaban, feroces por momentos. Estremecían la piel, tocaban sin pudor, sin respeto. Violentas, temblaban de emoción, rasguñaban y mordían, se alzaban y caían sin control, golpeaban y pellizcaban. Eran manos dificiles de contener, insoportables por momentos, gritaban y gemían. Eran manos asesinas, que no conocían el amor, poseídas por una furia diabólica, mensajeras de la agonía. Eran las mismas que habían levantado las murallas infranqueables del averno, que habían bebido gota a gota el río de sangre que Lucifer vertió en su caída. Eran crueles, impiadosas y voraces, y por esta misma razón eran tan atractivas, tan sensuales e irresistibles y por esta misma razón reconfortaban y saciaban el espíritu de la misma manera que lo hicieran los latidos del corazón materno en la mas tierna infancia.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Recetas del Tío Vinagre 2

Recetas del Tío Vinagre presenta: Limpiando la heladera.

*Fundamental, tener una heladera. Y que esté sucia.

El ingrediente principal será obviamente hielo, que es siempre lo último que queda cuando ya nos comimos todo (a menos que hayan sido tan caretas de descongelar la heladera en los últimos 5 años). Digamos entonces que será una comida de verano, o mas bien una bebida de verano. Tomamos un cuchillo y arrancamos cachos del freezer (verdaderas estalactitas y estalagmitas), los ponemos en una cacerola y esperamos. Prender la cocina sería estúpido, total el hielo se va a derretir igual con paciencia y algunos golpes (que caro está el gas!).

Puede ocurrir que el hielo se obstine en quedarse pegado a las paredes de la heladera, pero existe una solución: mojamos un trapo con nafta, lo prendemos fuego dentro de un tacho y metemos el mencionado dentro de la misma (la heladera). Esto garantiza que el hielo se afloje. Puede mezclarse un poco con el plástico derretido del congelador, en cuyo caso revolvemos hasta formar una masa homogénea.
La grasa, las cucarachas muertas y otras mugres que nunca faltan, son un excelente condimento que realza el sabor casi nulo del hielo y suavizan el cuasi tóxico del plástico.
A disfrutar ya mismo entonces, que mañana, cuando estemos en el hospital totalmente intoxicados, de la comida se encarga otro!!!

T! de Tallerote!

Cada vez le tengo mas cariño a este espacio que oficia de muro de los lamentos para los que lo necesitan... la almohada no merece la responsabilidad de ahogar tantos gritos.
El hecho de que seamos tan pocos, además, le da un clima público pero íntimo a la vez que resulta reconfortante. Es un lugar de expresión formidable y sumamente necesario, una verdadera cueva donde guarecerse durante la noche. Es el cable a tierra que muchas veces no tenemos en ningún lado.
En lo personal, le encuentro otra función: Es para mí un cuaderno de notas en el que boceto pensamientos y un registro de estados de ánimo.
Por último, este blog guarda melancólicamente algunos pensamientos que ya no compartimos, ideas rebatidas y visiones distorsionadas de la realidad que no merecen perderse en la niebla del tiempo.

"El que se para bajo la lluvia, se moja, y el que se moja necesita, tarde o temprano, una toalla para secarse.
De la misma manera, quién vive está destinado a sufrir y quién sufre necesita, tarde o temprano, una oreja amiga"

Que no decaiga el copetín, aguante Tallerote!

Me vole...


El vértigo incesante de siempre, y esta forma de empujarme y volverme a tomar como un loco enfermo que alimenta el delirio con el bombeo acelerado de un corazón, de mi corazón...

¿Morir asi, o vivir en un desierto? Dejarme llevar por el viento para viajar eternamente y no padecer el enamoramiento de cualquier cosa que maraville mis sentidos...

Todo es un ir y venir que desgasta mis suelas, duermo sin horarios específicos, tirado en algún papel cualquiera, sobre una almohada de hojas o entre mis piernas...

El patetismo me viste de gala; y que bien me veo…

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Adiós

Así que te vas? Bien, te deseo suerte. Claro que te voy a extrañar, pero entiendo como funcionan estas cosas. Ojalá encuentres lo que buscás, un gran hombre capaz de protegerte a vos y a tu descendencia. Es tu instinto, al fin y al cabo, somos primates.
Ojalá que consigas a alguien que te escuche y te entienda como yo lo estoy haciendo ahora, y que te quiera, que realmente te quiera, cosa que no es fácil. Esto puede no gustarte, pero todas esas cualidades se juntan solo un par de veces en la vida.
Tal vez te queden muchas lágrimas que derramar hasta que lo encuentres, si es que lo hacés. Es probable que, cuando tu juventud se agote, decidas que quedarte con cualquier hombre es mejor que arriesgarse a no tener ninguno en una búsqueda eterna y dolorosa.
En ese momento funesto, que esperemos no ocurra jamás, si sentís que la vida te está ganando, mi mano amiga estrechará la tuya, ofreciéndote consuelo por última vez, en retribución por nuestro pasado común. Luego de eso, lo mismo que de ahora en más, seguirás tu vida. Te deseo suerte.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La vida, la tragedia, el arte y el pensamiento

_El destino de la vida es trágico, me dijo. Es trágico por su misma naturaleza finita. La vida está condenada a terminarse.
Una pequeña nube se formó delante de sus ojos, y no se movió de allí nunca más.
Sus ojos se volvieron un poco mas tristes, y a la vez un poco mas sabios.
En cuando a mi, la quise mas que nunca, porque madurando este pensamiento crecía, y se volvía una persona mas interesante y atrayente.

_No se puede permanecer indiferente ante la muerte, que no ocurre una sola vez al final de nuestros días, sino que nos espera siempre, en cada día que termina, en cada amistad que cubren la rutina y el olvido, y en todo lo que ya no es.
_"Todo lo perdemos y todo nos perderá", me recitaba a Machado.
Yo entendía el abismo que poco a poco se abría en su pecho, más y más profundo cada vez. Es un espacio vacío que abre el despertar de la conciencia y que apenas logra llenar el arte, mero remiendo a semejante herida.

_Aunque sepamos de antemano que todo se termina, no hay razón para que empezar nos asuste: El secreto está en saber dejar ir cuando el momento llega, le dije yo.
Si al ser humano le está prohibido aspirar a la eternidad, al menos le está permitido disfrutar de lo efímero. Esta es nuestra única esperanza. Nunca te prives de querer, que la nube de la pérdida que anida en tu mirada solo se puede curar con amor.

Tal vez ella no me entendiera en ese momento, pero me lo agradeció sinceramente con sus ojos, ahora un poco menos tristes.