El amor está hecho de ausencia, de soledades, de esperas infinitas y fugaces alegrías. Jamás fue vivido, mas siempre fue imaginado. El amor no existe realmente, lo único que es verdadero, real, y palpable es el desamor. No obstante, es en ausencia del ser amado donde todo cobra sentido, donde se produce la magia. En la máquina soberbia que es la fantasía, la ilusión… aquí se ama realmente, jamás en presencia, siempre en ausencia. Si el amor es ilusión, su peor enemigo es, lógicamente, el contacto con el ser amado. Ante lo real, se marchitan y mueren las ilusiones. El verdadero amor es aquel que jamás llega a existir, el que nace y permanece como algo imaginado. Tal vez todas las ilusiones puedan ser amor, y tal vez vivir no sea mas que imaginar, es decir, amar.
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Me gustó. Suena a reflexión de personaje atormentado en una novela de Gillermo Martinez.
ResponderEliminarDe donde sacaste le concepto? Es muy interesante.
Em... parte de esto lo sugiere Dolina a lo largo de sus libros y su programa radial. Digamos que yo tomé su idea y la llevé mas lejos.
ResponderEliminarla lechuga.-